Segunda parte de Enamorada de un idiota. Han pasado meses desde que Giselle salió del campamento, y ahora de regreso en Los Ángeles lleva una vida adolescente completamente normal... o casi. Ha conseguido superar al idiota del que se enamoró... o casi. Está obteniendo buenas calificaciones y se ha comportado... o casi. Bueno, al menos lo intenta, hasta que todo se enreda cuando personas del pasado aparecen en su presente y ponen en riesgo su futuro. Y a pesar de que Giselle está decidida a tomar acción, superar, avanzar y crecer, cuando el corazón se interpone, todo se complica.

Él era peligroso como la oscuridad y ella era inocente como la luz. Los opuestos suelen atraerse. El se convirtió en su peor pesadilla pero lo único que quería era protegerla, ella, por el otro lado, se convirtió en su punto débil, no importa que tan oscuro es el momento, él siempre estaba para protegerla "No me puedes proteger de todo" le dijo Bo. "Puedo intentarlo" respondió Harry. ¿Que pasaría si la luz y la oscuridad se encuentran?

"A veces la vida te pone delante de gente de la manera más inusual posible. ¿Cuáles eran las probabilidades de que encontrara al amor de mi vida en un local de striptease? Nulas, pero lo hice. Lo hice y no me arrepiento. Dicen que el amor es un juego de azar, yo tiré los dados y la jugada me salió grandiosa. Me enamoré de ella y de la felicidad que me inundaba el sólo contemplarla. El amor es un infierno donde te quedarías a pasar la eternidad. Y dejádme que os diga, que yo la pasaría encantado si al otro lado me siguiera esperando ella. Sexo, risas y un amor fugaz. Si el placer es un pecado, bienvenidos al infierno."