ATRAPADO EN TUS PENSAMIENTOS
Dejé de verlo hace años. Pero no olvido que tenía unos ojazos negros. Que iba drogado a todas partes, el capullo. Que tenía una sonrisa vacilona que me volvía loco. Que cuando sonreía me parecía el tío más imbécil del mundo, pero que no podía parar de esperar la siguiente sonrisa. Y que la última noche que pasamo...