"Fue un error enviarte ese audio. Fue un error alejarme de ti. Fue un error acercarme a ti. Fue un error amarte. Y juntos somos un error". Soy Luna, el fenómeno infantil y adolescente en los últimos años de Disney. Millones de espectadores, de fans, de seguidores... Un gran cambio de vida para cada miembro de su elenco, un sueño cumplido, la oportunidad de mostrar su arte, fama... Una gran aventura que parece de color rosa, pero que tiene también sus defectos, sobre todo si eres un protagonista de la telenovela argentina. Centrémonos en esa palabra, "Fama" y todo lo que implica. Gente que te apoya incondicionalmente, a la que le importas, esas personitas que aunque estén en la distancia estarán siempre... Amor, comentarios positivos y cariño... Pero, también implica la falta de privacidad, los insultos, el odio, los rumores que te persiguen, la prensa... Eres un punto de atención, tienes que tener cuidado e intentar evitar las cosas que destrocen tu imagen, más aún si trabajas en Disney. ¿Una relación entre los protagonistas del famoso show cuando el chico tiene novia y la chica es menor? No es lo mejor ni para Disney, ni para su imagen, ni para su vida personal. Simplemente, no es conveniente. Es un error, o al menos siempre así lo verán todos, como un jodido error. Cuando antes de salir a darlo todo en el concierto, Karol, recibe el que probablemente sea el mejor y, a la vez peor, audio que haya escuchado las cosas empiezan a cambiar y de manera extravagante. Ella, después de todo, ha conseguido esconder sus sentimientos, aunque, siempre ha tenido la esperanza de que él se acerqué o incluso ha intentado acercarse, pero, Rugggero, siempre se aleja. Por su parte, el italiano, la quiere demasiado, no quiere que toda una futura exitosa carrera se fastidie por él, y tiene miedo, miedo de las consecuencias. Pero, el verdadero problema es que se sienten tan bien el uno junto a el otro, son un error tan condenadamente agradable... Y adictivo.

- Cada vez empeoro, Luna. Cada vez me hundo más en este inmenso foso de emociones del que no hay salida. Soy una mierda, como lo es mi vida, como lo es el mundo para mí. Tienes que apartarte de mí, o sino, te hundirás conmigo - coloqué un cigarro sobre mis labios, mientras miraba a lo lejos, sintiendo la vista de la castaña sobre mí. Es tan condenadamente perfecta y yo tan jodidamente tóxico. Me dispuse a sacar el mechero del bolsillo de mi cazadora de cuero y encendí mi cigarro, para después inhalar un el humo. - No debes perder el tiempo así, no valgo la pena - sentí repentinamente como cogía el cigarro de mi boca y lo tiraba al suelo, haciendo que me sorprendiera. - Pues eres la maldita mejor mierda que he conocido, Matteo Balsano - eso me hizo sonreír. Me sentía egoísta, por ello, por ser feliz un pequeño periodo de tiempo y saber que ella acabaría muy mal por mi culpa. El amor me ganó, por primera vez, y en el fondo sabía que nos destruiría a ambos, como siempre pasa con las cosas bonitas, acaban terminando, yéndose. Editando.