No hables con ellas. No confíes en ellas. No te cruces por sus caminos. Ni siquiera las mires. Porque ellas no piden permiso, tampoco piden perdón.

El joven Keylan Elizondo llega al rancho millonario de su familia, atrayendo las miradas al instante de los peones, ¿y quien no? Keylan tenía un cuerpo de infarto, pero no como el de un hombre, si no como el de una mujer, ese culo grande y bien paradito y duro, listo para ser nalgeado y azotado, su piel, suave y delicada. Con ropa ajustada y corta, con esas facciones femeninas y lindas; inocente. En pocas palabras caliente, bonito, hermoso e inocente. El capataz lo verá y no negará que sintió deseo al verlo, un deseo que se convirtió en Posesividad, quería que fuera de él, solo de él y de nadie mas. Solo lo quería ver él, desde que lo vio, el cuerpo de Keylan era suyo, y él también. #PNL21My #Wattys2016 Portada hecha por: Wuilder2000.