CORONA DE PERRAS [C.D.P]
No hables con ellas. No confíes en ellas. No te cruces por sus caminos. Ni siquiera las mires. Porque ellas no piden permiso, tampoco piden perdón.
No hables con ellas. No confíes en ellas. No te cruces por sus caminos. Ni siquiera las mires. Porque ellas no piden permiso, tampoco piden perdón.
El joven Keylan Elizondo llega al rancho millonario de su familia, atrayendo las miradas al instante de los peones, ¿y quien no? Keylan tenía un cuerpo de infarto, pero no como el de un hombre, si no como el de una mujer, ese culo grande y bien paradito y duro, listo para ser nalgeado y azotado, su piel, suave y deli...