KoryWoltz
San Sebastián tiene un culto muy religioso por parte de la iglesia, pero para este puñado de muchachos, su imagen es más bien símbolo de su amistad, de su vida, de sus secretos y de su rebeldía.
Contra la misma iglesia, contra el gobierno, contra sus familias y sus escuelas, estos chicos, unidos solo por esas palabras hirientes -joto, puto, afeminado, marica- luchan buscando entre el alcohol, las drogas y la noche, algo que les de significado a sus vidas.
Todos menos Dom, quien parece no querer ni buscar nada.