Clarke sólo trata de olvidar su pasado. Lexa solo quiere vivir el presente ¿Qué pasará cuando el destino decida reunirlas en las paradisíacas playas de Hawaii?

Version corta de Lisa Rejinos. La jefa siempre conseguía lo que quería. Su poder era ley, y su crueldad, un hábito pulido. Cuando la empleada nueva llegó, tímida pero firme, ella la olió como quien reconoce una presa fácil. La subestimó, la exigió hasta quebrarla, la dobló entre órdenes y silencios que dolían más que los gritos. Pero la empleada no se rompió. Y ese fue el primer error de la jefa... y su primera obsesión. Entre noches de trabajo, whisky caro y promesas casi amenazantes, nació algo torcido: un deseo disfrazado de castigo, un vínculo prohibido donde una mandaba con frialdad y la otra aprendía a resistir... demasiado bien. No era amor. No todavía. Era un juego de poder que empezaba a cambiar de dueño. Y ninguna de las dos estaba preparada para lo que vendría después.

La llegada de Lauren Jauregui no solo alteró la calma de Ashland Falls, la desgarró de raíz. Nadie había visto antes a alguien como ella: peligrosa, magnética, dueña de una presencia que convertía cada mirada en un desafío. Su moto rugía como un animal salvaje al atravesar las calles del pueblo, y todos los chicos del instituto soñaban con ser quienes la acompañaran en el asiento trasero. Todos... incluso Camila. Aunque ella nunca lo confesaría. El orgullo le servía de escudo, pero su curiosidad la traicionaba cada vez que la buscaba entre la multitud. Lauren, con su tez pálida, labios indescifrables y esas gafas oscuras que ocultaban secretos, parecía disfrutar de mantenerla lejos, como si la distancia fuera parte del juego. Pero ambos destinos ya habían colisionado mucho antes de que se reencontraran en este lugar olvidado por el tiempo. Y lo que estaba escrito... no había forma de evitarlo.