-Prometiste estar ahí y debes cumplirlo.- dijo el castaño de ojos grises. - nos metiste en esto, debes seguir en esto. -Mira yo... - murmuró con voz baja. -Yo te amo. Te amo enserio, nos mestiste en esto y no te deje sola, no puedes irte. - gritó el en desespero mirando a sus amigos, la rubia, la pelinegra de ojos verdes y el rubio. - todos estamos en esto, se fuerte. -Lo siento- dijo ella y salió corriendo tras él, destrozando cada parte de mi ser. Yo, el chico que no se enamoraba, ahora, en este momento siente que el alma sale de su cuerpo al ver a la mujer que ama, dejarlo en medio del problema, en medio de la nada.

ningunaaa, leela... nah mentira acá esta

El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad. Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad. Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.