Aaron es un joven artista diagnosticado con trastorno de personalidad limítrofe quien ha tenido una segunda crisis debido a un rompimiento sentimental que lo deja en un cuadro de depresión, ansiedad, ataques de ira y periodos disociativos que lo desligan de la realidad los cuales lo llevan al borde de la muerte, consciente de que ya no puede vivir así decide buscar ayuda en un psicólogo con quien mantiene conversaciones acerca de todas su inquietudes existenciales y sobre el origen de su enfermedad y de como equilibrarla para no perder de vista su enfoque acerca de la realidad, sin embargo en el trayecto descubre que el psicologo no es quien dice ser.