Me costaba mantener los ojos abiertos, todo a mi alrededor parecía tan extraño, intenté levantarme pero no pude de igual manera no me rendí e hice un segundo intento, miré a mi alrededor, todo aquello parecía ¿Un sueño?, si, quizá sea eso pero entonces ¿Porque todo parece tan real?

Eran las 6:58 de la mañana, un chico peli rosado corría como desquiciado por toda la habitación. ―MALDITO SEAS, SHIROU―gritaba a más no poder, su querido hermanito no le había despertado esa mañana y ya era más que tarde

Un día como cualquiera, no, ese era un día especial, no sabía cómo había pasado tan rápido el tiempo, un año con ocho meses y aun juntos, recordaba con alegría el momento en el que un beso rompió con la amistad, con aquel "'Él es mi amigo" para ser algo más, su tierno abrazo y un cálido beso

Caminaba con paso lento, la verdad no quería llegar a su casa, ¿Por qué me había tocado a mí convencerlo? Hace tanto tiempo que no lo veía, levanté el rostro y ahí estaba, frente a su casa, había pasado mucho pero parecía que todo era igual que aquellos tiempos, me acerqué y con un ligero temblor en mi mano toqué el timbre, esperé un momento pero nadie me abrió.

Recostados en la cama, era tarde, la verdad me sorprende que pienses así, te conozco y es raro en ti, sabes...yo no soy muy bueno en estas cosas pero no quiero escuchar más reclamos, no quiero que estés mal y yo tampoco quiero estarlo, aun no me explico, ¿Cómo puedes decir eso?, se bien que puedo ser un poco...odioso pero el que digas eso me hace daño, cuando te conocí

Otro día, nuevamente al colegio, como siempre, se levantó, arregló y salió de su casa después de desayunar, no quería asistir pero él sabía bien que debía hacerlo, Shirou Fubuki, ese es su nombre, caminando por las frías calles de ese lugar con la cabeza baja, hacía ya varios meses en que las eternas burlas y los golpes le asechaban

Jueves, eran las 12:05, cursaba ya la sexta hora y parecía ser otro día tranquilo en la secundaria Raimon, si, cómo no, los chicos del grupo 3°B se había encargado de no hacer eso posible.

Miércoles por la mañana , las desoladas calles de ciudad Inazuma comenzaban a ser invadidas por estudiantes, eran exactamente las siete de la mañana y la escuela estaba por comenzar, ahí me encontraba yo, recorriendo como siempre las ocho calles que me separaban de la escuela

"―Campeón de la liga Premier ¿Cómo te sientes con eso? ―muy feliz, creo que fue una buena temporada, nos costó pero igual lo conseguimos ―22 años y eres pieza clave en el equipo, debe ser genial estar en tus zapatos con todo lo que has conseguido ¿No?

En medio de la última clase con la vista bien fija en la ventana, el tiempo pasaba lento y cada dos segundos que miraba el reloj me sentía cada vez más aburrido, afuera el viento se llevaba las ya pocas hojas de aquellos grandes árboles, ha pasado tiempo ¿No, Goenji?