Me llamo Inga y este es el año 2124. El Sol es nuestro Dios; él nos da la vida, él nos da la muerte. Vivimos en kilométricas instalaciones especiales a las que llamamos ciudades donde el poder reside una vez más solo en unas pocas familias, y esa es la orden del día. Es la normalidad y nadie se atreve a protestar. Nosotros hemos acabado así por nuestra culpa, por ignorar aquellos predijeron esto, quienes nos advirtieron y a quienes no quisimos escuchar. Dicen que vivimos en el futuro, pero esto es más como un triste presente que refleja nuestros errores del pasado. No podemos salir, ni de esta ciudad, ni de nuestro destino como humanos.

En un mundo paralelo al nuestro, los humanos nacemos con los sentidos sin agudizar, débiles. Nacemos sin cara y sin pelo, los cuales tenemos que comprar en las tiendas para poder tener un cuerpo y una vida sanos y, por supuesto, mantener una buena estética, aunque eso es lo de menos. El protagonista de esta historia es Thomas, un muchacho que nació con una extraña y letal alergia que no le permite ponerse una cara y le ha dificultado la vida desde ese mismo instante. Pero esa vida cambia cuando de niño, Thomas ve en las noticias que un nuevo criminal anda suelto, un ladrón que roba y destruye las caras de las tiendas y de las propias casas, con la peculiaridad de que este criminal no tiene rostro. Y así fue como nuestro protagonista encuentra su inspiración en la vida, y tratará de investigar y encontrar a aquel ladrón de rostros, antes de que la policía lo encuentre antes que él.

Raúl es artista urbano que se dedica a hacer retratos en la plaza de la capital para ganarse la vida como puede. Un día se encuentra en su puesto a Yago, un chico que, pese a sus apariencias, ve en él su luz.

En un futuro relativamente lejano, las personas están conectadas a La Red, tecnología muy similar al internet actual. Están conectadas desde el mismo momento en el que nacen, y es por ella que sus vidas están guiadas directamente por un camino hacia su felicidad. Eso sí, les es imposible desconectarse. Nuestro protagonista es un joven cualquiera llamado Caleb, quien por un pequeño problema técnico acaba desconectándose. Caleb luchará por volver a conectarse, pero no lo tendrá fácil, pues el sistema de La Red lo ve como un objetivo problemático a eliminar, como si de un virus se tratase. Sintiéndose confuso y miserable, este "virus" vivirá una aventura que ni él ni La Red pudiera haber predicho jamás.

Únete a la aventura de Anseo, un rey semidemonio, y su inseparable segundo al mando Esper, un muchacho que es capaz de controlar la sombra a su antojo. En un mundo alternativo al nuestro existe una realidad de magia y criaturas mágicas, una eterna lucha entre los reinos del bien y del mal en el que el mal tiene todas las de ganar. El soberano del reino del mal es Anseo, un híbrido de humano y demonio que es capaz de controlar toda clase de magias y poderes. Ése es nuestro aburrido protagonista. ¿Que por qué es aburrido? Porque ya no sirve de nada seguir peleando si se sabe que se va a ganar siempre. Es ahí donde empieza nuestra verdadera aventura, pues un día sin previo aviso Anseo y Esper son teletransportados a un lugar desconocido donde han desaparecido por completo sus poderes, y para superarlos tendrán que superar las prueba que unos jueces les impondrán. ¿Lograrán recuperarlos?