Escorpio
Eras un misterio, con tu chaqueta de cuero y tu aura impenetrable, eras una contradicción. Tu curiosidad no tenía límites, siempre preguntabas demasiado. ¿Nunca se te ocurrió que te podía mentir? Nunca comprendí porqué te me acercabas, y cada vez que me sentía cómoda ibas más allá. Oh Escorpio, perseguidor de misterio...