La pesadilla de Aidan
Aidan, cariño, bienvenido. Oh, no. No bajes al sótano. Tampoco subas al ático, cielo. Y ni se te ocurra entrar a mi habitación. ¿Qué? ¿La vecina de al lado, Amber? No es buena gente, amor. No te juntes con ella. Por cierto, te recomiendo no salir de tu cuarto por la noche. Sólo hazme caso, es por tu bien, Aidan.