Al final del camino
Lo primero que hice fue llamar a mi papá y a Lydia, y por supuesto enviarle un mensaje de voz a Scott. -Hola, Scott. Pues estoy aquí. Estoy en Quántico, Virginia, en el FBI. ¡Estoy en el maldito FBI! Es real. Estoy realmente aquí -le digo completamente emocionado, todavía sin acabarme de creer que es verdad. -Le dije...