Jugamos con el destino, quisimos mentirnos, quisimos crear un futuro que no nos correspondía. Existen amores que jamás se podrán cumplir. Esos éramos nosotros.

La cercanía y amistad de antaño de los padres de José y Ricardo han hecho que ellos dos estén juntos desde el día que nacieron, siendo así los mejores amigos que cualquiera de sus conocidos haya llegado a ver. Empero, a lo largo del tiempo, la convivencia diaria, inocencia de años primeros y curiosidad en el paso del crecimiento, han generado en uno de ellos un sentimiento que va más allá de un simple cariño de amigos. Las dudas, inseguridades y problemas que este sentimiento va causando, pueden llegar a poner un triste punto final a la alegre amistad de este par de chicos.