Rebeca Díaz Alonso, ese es el nombre de nuestra querida protagonista. Una muchacha de 13 años, demasiado joven para ser una adulta y demasiado grande para ser una niña. Era inteligente, amable y divertida con los pocos que la conocían, pero siempre sintió como que en el mundo no había lugar para ella. La mayoría de las veces la dejaban de lado o la miraban mal en su colegio y en su instituto, esto causó de su infancia un infierno e hizo que lo que más deseara en el mundo fuera ser un adulto. Pensaba que todo sería mejor, podría casarse y tener una familia, un trabajo y unos amigos más maduros y no tan superficiales. Pasan 5 años y ella se gradúa y es admitida en la universidad de Oxford y AHÍ comienza su vida como adulta.

¡HISTORIA SIN EDITAR! -Escribí este libro hace años; tiene faltas de ortografía y me inventé muchas cosas que no forman parte del lore durante el proceso. Gracias de antemano. Hay leyendas que hablan de una niña, hija de un enano y una elfa. Una niña de aspecto de elfa pero de fuerza y valentía de un enano. Una niña que fue criada con enanos y con un odio enorme a los elfos. Una niña a la que se le murió su madre elfa unos meses después de nacer, y que se le murió el padre enano en la guerra de los Cinco Ejércitos. La hija de Thorin Escudo de Roble y una elfa de Rivendel. Y esa niña tiene un nombre: Étaín. 46 años después de la guerra de los Cinco Ejércitos, unos orcos la secuestraron y la llevaron a su hogar: Gundabad. La tuvieron 14 años encerrada, hasta que el anillo se destruyó y los orcos supieron que si la tenían allí, la podrían rescatar y matar a los pocos de su espécie que quedaban. Así que deciden llevarla a Erebor, que lo conquistaron cuando encerraron a Étaín. ¿Pero y si por el camino ella se escapara? ¿Y si se enamorara al hijo de la persona a la que le tiene más odio en toda la Tierra Media?