El arte de tus manos
El aroma a café era una constante en mi vida y aquella acogedora cafetería se había convertido en mi refugio, un rincón de calma donde trataba de alejar el caos de mi existencia. Hasta que llegaste. De repente, el dulce amargor del café se transformó en algo monótono y la estabilidad que creía tener se desmoronó poco...