La Maquina De Escribir.
Eran simples cartas que no llegaban a nadie Era su forma de desahogar cada sentimiento Los que de apoco envenenaban su alma Un desahogo al trágico amor Pero uno que volvió para matar. Delirante alma era la que vagaba en aquellas palabras sin remitente... Obra registrada en Safe Creative 1508104856923
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