La asíntota del leñador y la doncella ©
Porque todos alguna vez creímos estar eternamente condenados a una vida en soledad, y en nuestra amargura dejamos ir a quien tan solo quería ayudar. Porque a todos, un día, en algún momento, nos ha paralizado el temor a errar. Porque todos, por miedo, hemos callado, y al callar hemos perdido el tesoro más preciado: pe...