The Murderer of Washington. |Larry Stylinson|
La mayoría de los cuerpos estaban calcinados, otros desollados y sólo uno permanecía con vida: era un niño con aspecto impúdico, bastante delgado; yacía a lado de los cuerpos con sus rodillas flexionadas hacia su pecho, él sollozaba endeblemente y de su boca brotaba sangre. El niño estaba en mal estado, él era víctima...