¿Por qué me convertí en la reina malvada?
Había una vez, al final del invierno, una joven y bondadosa reina que, paseando por el jardín de su palacio, vio una rosa roja creciendo a pesar del frío, cuando la fue a tocar se pinchó el dedo con una espina, y dejó caer tres gotas de sangre en la nieve. Fue entonces cuando la reina deseó tener una hija con la piel...