"Cuando recién empezaba con todo esto, me dije que quería ser normal, como todos los demás; también me acuerdo que mi vieja dijo que sería lindo encontrar una cura. Enseguida vi que mucha gente quería una cura, querían ser "sanos". Incluso deseaban con toda su alma una pastilla insignificante que les daría horas de poder consumir gluten sin daños, sin pensar en las cuestiones secundarias. Pero me costó entender que eso no estaba bien. Principalmente, porque comprendo que no es eso lo que hay que buscar. Una cura es para una enfermedad, y nosotros, señores, no estamos enfermos. Tenemos una condición genética que nos impide digerir alimentos con trigo, avena, cebada y centeno. Lo que necesitamos no es una cura, necesitamos más productos sin gluten en el mercado. Nosotros, celiacos, estamos bien; lo que está mal es el gluten". Este es un diario lleno de anécdotas propias que pretende simpatizar e informar sobre la celiaquía, una condición genética que afecta a 1 de cada 100 personas en Argentina. La mitad de los celiacos, NO SABE que lo es, no sabe que no seguir una dieta puede ser peligroso para su salud y allí, verdaderamente enfermarlo. Pero podemos ser sanos y felices, ¡créanme que sí! Este diario es un registro del camino a la celicidad.

¡¡¡¡¡¡¡¡ESTE LIBRO YA ESTÁ A LA VENTA EN FÍSICO EN TODA ESPAÑA Y VÍA ONLINE PARA EL RESTO DE PAÍSES!!!!!!!! Ediciones MR Grupo Editorial Planeta _________________________________________ Clara está duchándose y hablando con su gel cuando de pronto una voz interrumpe su tranquilidad. Ella piensa que es un ángel que ha venido a buscarla, pero es su vecino, Thiago, que le habla desde la ventana del baño. Después de este primer encuentro un tanto desastroso, la aventura continúa en la ducha en citas en las que Clara y Thiago irán conociéndose poco a poco y ayudándose en lo que pueden, teniendo en cuenta que se hablan a través de una ventana. ¿Y el amor? Clara tiene un novio, Áxel, un chico nada agradable con el que ya lleva cinco años; a su vez, Thiago también tiene pareja desde hace seis años. ¿Pero qué sucede cuando esos minutos nocturnos de conversación en la ducha se convierten en lo más esperado del día?