Agatha. La Alpha Suprema
Mi vista se encontraba nublada. Cataratas corrían de mis ojos hacia mis mejillas, bajando un poco más, algunas deteniéndose en mi boca y dándome un sabor salado, algunas pasaban de largo y caían sobre mi diminuto regazo. Mi pecho subía y bajaba rápidamente, al ritmo de mi histérico y pequeño corazón que hacía que me r...