juliana-castro2003
-Por favor, no lo hagas-susurre.
No tengo escapatoria, lo único que me queda es rogar para que las cosas cambien y él se apiade de mí.
-Sabes, muñeca-delineo mi mejilla con su asquerosa mano-Deberías aprender a callar-sentí el ardor en aquel lugar, cuando su mano me golpeo sin temblor alguno.
-Por favor-volví a insistir. Estoy actuando como una cobarde. Estoy haciendo todo lo contrario a lo que me dijo Brad, pero el miedo me está ganando y sobre todo, no tengo forma alguna de defenderme.
-Era como te quería ver-sonrió, mostrando sus sobresalientes colmillos-Sucia, rogando y sin escapatoria.
-Y yo lo quería ver así, lastimándola y a usted a punto de morir-escuche aquella voz que me indicaba que todo estaba bien, que tendría escapatoria y no moriría.
La risa ronca del hombre que me tiene cautiva se escuchó en todo este reducido lugar.
-No puedes hacer nada. ¡Niño!-Brad sonrió de forma sínica.
-lleva tanto tiempo espiándome y aún no sabe quién soy-comenzó a recorrer el lugar con su mirada-te contare un secreto-susurro-soy tu peor pesadilla.
En ese momento todo se volvió negro.
Pero ya no tenía miedo, Brad ya estaba conmigo.