Durante toda mi existencia en esta no-vida, he visto hechos y sucesos que sólo son leídos en libros o escuchados en antiguos relatos; mi nombre es sinónimo de destrucción y poder semejante al de los dioses. Al grado de atribuirme sucesos divinos y eventos que cambiaron el curso de la historia. He realizado grandes cosas, pero no todas las que se rumoran entre mi crianza son ciertas. Algunas fueron magnificadas, llevadas a los más exagerados superlativos con el fin de sembrar el miedo en los recién convertidos. Nací como humano y aún no sé bien como he de terminar mis días, si es que estos alguna vez terminan. Esta existencia sin vida me ha permitido atestiguar y en algunas ocasiones ser protagonista de eventos que han redimido mi alma, pero también que la han sepultado bajo la ignominia del pecado impelido por mi arrogancia. En la lengua que hablaban mis padres existía un término que se utilizaba para determinar el legado que un progenitor deja a sus vástagos, será el mismo nombre que recibirá este escrito, el cual será mi herencia a futuras generaciones. La palabra que determinaba ese legado, era: Bhurak.

El temor natural e instintivo a la oscuridad es parte natural de los seres humanos; durante esas largas noches llenas de sombras y tenebrosas formas, sus más vituperables miedos aparecen. El ser humano hace bien en temerle, porque lo que en ella habita está más allá de nuestros temores y está preparado para caer sobre nosotros.

Ver el mundo actual y el daño que le hemos ocasionado en un tercero, es una de las formas más correctas de percibir el daño, así como las consecuencias de estas acciones. El personaje principal debe iniciar la búsqueda de un objeto que dará esperanza a los habitantes de Terrnun. A lo largo de este recorrido, el lector conocerá la forma de pensar y la estructura social de este planeta gobernado por tres razas diferentes que nos representan en racismo, fanatismo y una voraz ambición. Cristal Mebios no sólo trata acerca de la travesía del personaje, sino de una crítica al entorno social actual, a nuestro mismo actuar. Conforme el lector acompañe al personaje se dará cuenta de la triste realidad de un mundo no muy diferente al nuestro, con problemas tan similares y que podrían llevarnos a ese mismo destino.