Frank espera todos los sábados a su banda favorita. Sin importar la lluvia, el viento o la nieve. Mpreg. ADVERTENCIA: relación entre un menor y un adulto, si sos sensible NO LO LEAS. Queda bajo tú responsabilidad.

Gerard conoce al joven y divertido Frank, que lo hace sentir como si aún estuviera en la universidad.

Frank Iero está pronto a cumplir cuarenta años y ha pasado los diez últimos en la cárcel cumpliendo una condena que durará hasta mucho después de muerto. Él, junto a su pareja fueron los famosos "Asesinos de Monroeville", villanos que durante casi una décadas aterrorizaron al condado de Monroeville. Hoy Frank Iero removerá sus recuerdos y hablará, pero ni siquiera él está preparado para hacerle cara a sus múltiples crímenes.

Frank solo quería ser feliz.

Todo el mundo ha tenido sueños, tambien han experimentado una pesadilla Existen creencias que dicen que en si todos los sueños son predicciones del futuro ¿Pudiera ser que en verdad son señales? ¿advertencias de que algo pasará ya sea bueno o malo? Y tú ¿Qué es lo que crees? Frerard!

¿por qué juzgas tanto?

Después de perder a su madre y desconocer totalmente la localización de su padre y hermano, Gerard emprende un viaje en medio de una catástrofe global para encontrar a su familia y al mismo tiempo entender su propósito e importancia en el Apocalipsis que asechó al mundo. Acompañado de su nuevo amigo Frank Iero descubren a un traidor en una base militar que inconscientemente los llevó a unos condominios llenos de perdición y locura.

Gerard sufre de bipolaridad.

Gerard necesita dinero y está abierto a opciones para ganarlo, su mejor amiga decide ayudarlo creando una cuenta en un sitio muy inusual, con gente de gustos extraños... Allí conoce a Frank. TRIGGER WARNING: Esta historia no busca idealizar ni glorificar el trabajo sexual. Es sólo material de entretenimiento y, por lo tanto, no debe tomarse como referencia para la vida real. ... Historia escrita por: @Angelicalexia @rvsedarkhoop

Gerard probablemente era el único chico feliz de haber sufrido una casi sobredosis. Y Frank era también, probablemente, el único al que se le ocurriría flirtear en medio de una farmacia con un chico moribundo.