Augusto, querido amigo.
"Te escribo, querido amigo, para confesarte que he enloquecido." "Ayer pensé mucho en ella. Amaba sus ojos, cuando parpadeaba y me devolvía la mirada. Me encantaba su viveza, su imprudencia y lo que había en su corazón. Amaba su risa. Y amaba su alma." Fragmento por fragmento se desenvuelve esta historia. Un relat...