Luego de sobrevivir a un secuestro y a la revelación de una cruda verdad, Luisa continuará con su ordinaria vida acompañada de su inseparable amiga Kitana, de su fiel amigo Jason y de su novio Max aunque éste se encuentre lejos, muy lejos de ella. Ahora Luisa deberá enfrentarse a un nuevo enemigo: La distancia. Sabía que sería difícil mantener una relación con Max mientras éste siguiera siendo un agente operativo de la Agencia de Seguridad Nacional y a pesar de ello, Luisa apostó al amor e intentará hacer que la relación se mantenga, pero lamentablemente sus aspiraciones y las de Max no coincidirán. Entre Max y Luisa se levantarán muchos obstáculos: la separación constante, nuevos empleos, arriesgadas misiones, nuevas personas... ¿Serán lo suficientemente fuertes para derribar todos los obstáculos? ¿O no podrán estar juntos? ¿Y qué tal si se equivocaron? ¿Si no eran el destino del otro y sólo eran parte del viaje? ¿Qué acabará sucediendo? En esta segunda entrega de "Entre besos y disparos" se expondrá el crecimiento personal que experimenta Luisa, quien dejará de lado su lado inseguro para dar lugar a la guerrera gloriosa que esconde en su interior. Aprenderá a sobrevivir a su soledad, a conocer su mente y sus deseos, a respetar las decisiones que tome con el fin de ser feliz. Ser feliz con ella misma. *** ¡Esta es la segunda entrega de mi novela Entre besos y disparos! Así que pasen por mi perfil y lean la primera parte para que entiendan esta :) Obra registrada en SafeCreative 2108118723205 Queda expresamente prohibido la reproducción total o parcial del libro, ni de cualquiera de su contenido sin el permiso expreso y por escrito de la autora. Se prohíbe la copia, reproducción, adaptación, modificación, comercialización, distribución y/o cualquier acción relacionada.

Dicen que los asesinos y criminales para que puedan ejercer su labor de asesinar o torturar, necesitan tener atrofiado una parte del cerebro que les impida tener emociones y sentir lo sentimientos que una persona normal tiene. Psicólogos han llegado a diversas conclusiones y el único animal que cuenta con la misma anormalidad es el tiburón. Y cuando Shelby Cash, una universitaria intrépida y curiosa, se convierte en un testigo acerca de aquello que dicen sobre los criminales, se da cuenta que hay grandes probabilidades de poder convertirse en uno de ellos con facilidad. Todos los derechos reservados. •Registrada en Safe Creative© bajo el Código de registro: 1507164640503 •Portada hecha por Hassel R. Bistraín.

En algún oculto rincón de Rusia estaba ella, rodeada de otras siete almas que al igual que la protagonista esperaban anhelantes que los encontraran, aunque aquello parecía improbable. Tanto de día como de noche, había oscuridad y el frío los torturaba en todo momento, no se escuchaba el transitar de autos ni el hablar de otras personas. Lo único que quedaba era esperar por la llegada de un salvador. Cuando Luisa Montéz, una sudamericana huérfana y joven, puso sus converse en aquella base militar, lo último que esperaba era que meses después se encontrara en otro continente siendo una rehén. Luisa desconocía que aquel hombre que había conocido en la base y del cual se había enamorado, estaba relacionado con su secuestro. Pronto se ve en una encrucijada cuando Max es la única vía de escape ¿Debería volver a confiar en él? ¿Qué es ese mundo lleno de mentiras, secretos y asesinatos, al cual Max pertenece? ¿Podría Luisa encajar en este mundo por él? Obra registrada en SafeCreative 2106298207317 Queda expresamente prohibido la reproducción total o parcial del libro, ni de cualquiera de su contenido sin el permiso expreso y por escrito de la autora. Se prohíbe la copia, reproducción, adaptación, modificación, comercialización, distribución y/o cualquier acción relacionada.

"Una venganza, treinta chicas desaparecidas, soldados por todo el mundo, un loco fiel, desquiciado y obsesionado y una sola esperanza" Todo parece ir bien con la vida de Alice, hasta que de un momento a otro se ve enfrentada a cuatro deterioradas paredes que la observan día y noche. Hora tras hora. Segundo a segundo. El caprichoso destino se interpone en su camino con ojos azules y con demonios, que, en ocasiones, no puede ocultar. Pero, ¿Qué sucedería si la persona que debe vigilarte también se encuentra obligado a estar allí? Registrada en safe creative 1601016156874

"Jefe, quiero un hijo suyo" Sí, sé que no es lo mejor para decir cuando conoces a tu jefe por primera vez, pero ¿Qué culpa tengo yo de que él tenga unos genes tan buenos? Si él no fuese tan imponente, sexy y atractivo mi fiebre no me habría hecho actuar así, pero no, tiene que ser el hombre más impresionante que he visto en la vida. Y claro, va mi fiebre y se alía con mi libido gritándome a medio pulmón que me estoy haciendo vieja, que ahora que acabo de cortar con mi prometido, por haberme puesto los cuernos en mi propia cama, me llenaré de arrugas y viviré sola con 40 gatos y dos periquitos con complejo de Romeo y Julieta: Se muere uno, se mata el otro. Y eso no puede pasar. No, No. Me niego. Mi sueño siempre ha sido ser madre joven, mi primer hijo tiene que nacer antes de que yo cumpla 27, es decir, que tiene que ser fecundado en 3 meses. ¡Imposible! Me grita la Grecia inteligente. ¡Genes increíbles a estribor! Contesta la Grecia febril. Y decidme ¿Qué otra cosa podía hacer yo al ver esos genes hechos para mis hijos a menos de 3 metros? ¿No me odiarían mis hijos si no tienen consigo esos genes para ellos y se enteran de que fue por culpa mía, porque no me atreví a luchar por los genes que se merecían? ¿Qué pasa si mi hija tiene una nariz enorme o tiene facilidad para engordar al comer helado por mi culpa? No podía ser, asique cuando me habló y mi yo febril tomó el control, solo pude ser sincera. Jefe, quiero un hijo suyo. Vaya sorpresa me llevé cuando, en vez de mirarme por encima del hombro, ignorarme y congelarme con la su fría mirada como supuestamente el CEO "No estás a mi altura, así que ni te hablo, ni te miro" haría, aceptó. Aunque no me desmayé hasta que, sonriéndome de manera arrogante, dijo que una de las condiciones sería engendrar a nuestro hijo por el medio tradicional: Teniendo sexo. ¿Quien dijo que yo era gafe? El futuro lo dirá, nena

Ha pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo desde que se sintió inmensamente feliz. Estar 20 años recluido en un hospital psiquiátrico no ha sido del todo agradable, puesto que cada día transcurrido no dejó de pensar en Shelby Cash y en sus hijos, Adam y Keren. Sin embargo, jamás le pasó por la mente volver a verlos, ni mucho menos darse cuenta el gran parecido que tenían ellos a él y a su amada Shelby. Pero tampoco pensó que su hijo Adam podría heredar su mismo instinto homicida y su carácter: agresivo, impulsivo, gutural, prepotente y sádico. Y quizás... solo quizás... Adam Peitz resultó ser mucho más temperamental que él mismo. Tal vez Egon Peitz se dará cuenta que ser asesino es algo que se trae en las venas sin querer. (Se necesita leer el libro 1 para entender esta historia. Lean "Dark Beauty" primero.) Todos los derechos reservados. Se prohíbe plagio o copiar sin distinción alguna.