©Cotton Candy
¿Qué pasa cuando aquel famoso hilo rojo une a dos personas? Unas monedas alumbraban al niño y unos esponjosos dulces rosados iluminaban los ojos de la pequeña. Y compró dos. - Ten.- le dijo con inocencia su apagada voz. Ella le sonrió y le agradeció aceptando el dulce. - Soy Annie.- dice tendiéndole la mano. Él miraba...