Relata la vida de Elsa, una valiente mujer oriunda de Lima, la capital del legendario Perú. Su historia increíble-pero real- es una apelación a la responsabilidad de los padres, un deber que va mucho mas allá que el de traer un hijo al mundo. Es también un llamado a lls educadores para que asuman su papel de formadores y no sólo de transmisores de conocimiento. Y -¿Por qué no?- este mensaje se hace extensivo a la sociedad toda, para comprometernos con la indiscutible verdad de que un ser humano no es un objeto, y menos aún "algo" descartable. Gracias a Dios "que hace buenas a las personas", la protagonista, una cáscara de nuez en el mar de la vida, superó todos los durísimos escollos que intentaron hacer naufragar su frágil barquichuelo, y se convierte en un desafío para quienes pretenden elaborar excusas con las que poder justificar sus fracasos. Con su ejemplo, nos dice a todos que es cierto aquello de que "cuando hay voluntad, hay un camino". El lector encontrará en estas páginas- más que los altibajos de una vida- inspiración para la propia, y gratitud a Dios por habernos dado lo que a menudo no valoramos en su total dimensión: una familia y un hogar.