La Captura de Alder
...Yo rompí su puto corazón. Y no estoy orgulloso de ello. Quisiera estarlo sin embargo, porque así la culpa sería menor, los daños colaterales no se sentirían como patadas en la entrepierna, como ganchos directos al hígado, como cabezazos en la ceja, o puños en la nariz. Sería más fácil pensar que finalmente no todo...