El Café de las Almas Perdidas
Imagina atender en el café de tu familia todos los días, un trabajo con aroma a café y conversaciones con personas interesantes. Sonaría a un trabajo relajante de no ser porque los clientes a los que atiendes son fantasmas, o como prefieren llamarlos, Almas Perdidas. Sigue la historia de Gabriela, una chica de 19 año...
Completed