Un amor contra el tiempo
-Como has llegado a aquí? - Yo no he llegado a ninguna parte -le corregí - Es usted que no deja de aparecerse y ni siquiera es real -¿Yo no soy real? Aun no me había acostumbrado a lo diferente que parecía su rostro con una sonrisa. Para ser una alucinación, era un hombre muy guapo. Tenía el cabello naranja y una m...