Anatema
Dejé a Yania continuar con su lectura de Ocaso. Rodé los ojos cuando retomó el parloteo de lo sexy que sería tener los colmillos de vampiro atravesando su cuello. Yo había estado en esa posición y no había nada de sexy en que te mordieran, sobre todo en el cuello. Dolía como la mierda y ni siquiera te volvías súper fu...