zapatos.
en aquel lugar donde sólo podíamos controlar un aspecto de nuestras vidas, los zapatos hablaban más que las personas.
en aquel lugar donde sólo podíamos controlar un aspecto de nuestras vidas, los zapatos hablaban más que las personas.
Noële escribía a Will. Will escribía a Noële. Pero ninguno de los dos enviaba sus cartas.
Las palabras comenzaron a acumularse en mi garganta, impidiéndome respirar. Fue entonces cuando decidí escupir este par de versos torcidos.
"Te escribí una historia, pero tengo miedo de cómo puede acabar". Se acabó. Pero eso es lo de menos. Todo lo que ocurrió. Eso es lo importante. Entre aquellos dos paréntesis donde existíamos, existimos. Estos son retazos de aquellos paréntesis. Esto es para ti. Sabes quién eres.
vérsame por las mañanas cuando estoy adormilada y me puedes hacer creer lo que me mientas. canciones diarias, acompañadas de un pequeño poema. [minúsculas intencionadas. me gustan y punto.]