-¡Niñato! -¡Idiota! -¡Mimado! -¡Bruta! -¡Niño pijo! -¡Marimacho! -¡Ególatra! -¡Fuera de mi coche! ¡Ahora! Salí del coche y una idea se pasó por mi super mente. -¿Ah si? Observa lo que hago con tu lujoso coche. Cojí mis llaves y las paseé alrededor del maldito coche haciendo un enorme rayetón. Caminé sonriente y victoriosa hacia mi casa mientras todo tipo de maldiciones se escapaban por la boca de mi querido enemigo. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE CON CÓDIGO 1412062691611 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

Segundo libro de "El Campamento (Cameron Dallas) Es necesario haber leído el primer libro. (...) Desde aquel momento que todo se fue a la mierda, Kelsey se prometió a si misma que nunca volvería a caer en las redes de un chico. "Sólo necesito alejarme de él" fue lo que pensó mientras estaba en el autobús de regreso a casa. Sin embargo, el destino tiene planeado algo muy distinto para ellos. Las clases vuelven a comenzar como cada año y con el nuevo curso vienen nuevas sorpresas... La sorpresa de Kelsey llegó dos semanas después, cuando por accidente hizo explotar la clase de química. Las sorpresas vienen como una bomba, inesperadas y muy impactantes. ¡PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN! OBRA 100% MIA. TODO LO QUE ESCRIBO ES PRODUCTO DE MI MENTE.

Todo comienza un día en el hogar de la familia Davis. Su situación económica empeoró y la joven Charlotte Davis (Charlie, para los amigos) trata de conseguir una beca deportiva para la universidad, ya que el deporte es en lo único en lo que destaca notablemente. El béisbol siempre fue su pasión. Aunque Charlie se enfrenta a un pequeño problema: en su internado solo y exclusivamente para mujeres, no hay ese tipo de becas. Y por ese motivo se ve obligada a ingresar en el internado masculino situado en la otra punta de la ciudad, disfrazada de chico. Y su gran desafío llegará a la hora de mostrar al mundo su gran talento deportivo, en el último partido, donde deberá arriesgar y luchar por mantener la apariencia de hombre. ¿Conseguirá que nadie descubra su verdadera identidad?

-¡Emma! ¿¡Cuantas veces tendré que repetirlo!? ¡¡No entres a mi habitación!! -me gritó Nick. -¡Mamá me lo pidió! -le grité de vuelta. - ¡Con mis cosas nadie se mete!! -escuché como soltaba groserías- ¡Me la pagarás! -escuche el portazo. -¡No te tengo miedo! -mordí ni labio. Nick abrió la puerta de mi habitación, me tomó de los brazos y me arrinconó en la pared. -¿Con que no me tienes miedo, eh? -susurró en mi boca con una sonrisa. -N-no -mi respiración era agitada y entrecortada mi voz. -Ya lo veremos. Me tomó de la cintura e impacto su boca contra la mía. Maldición ¿los hermanastros se pueden besar?