LOS QUIEBROS DEL CORAZÓN
-¡Ojalá me alcance la vida para dejar de amarte¡-grite, con la angustia fluyendo en forma de lágrimas. El me miró con espanto, al escupir mis sentimientos de forma tan dañina. -- ¡ Que... Que dices¡-- susurró mirándome con sus profundos ojos verdes, completamente horrorizado. -- ¡Lo que oíste pero... Escúchame bien...