¡Que te lleve la brisa!
Los primeros habitantes de Cambalache llegaron allí sin saber cómo ni por qué. Un poco atontados, miraron a su alrededor y pronunciaron las palabras inaugurales de aquel joven planeta: "¡pero qué desastre!". Incluso cientos de años después, personas de otros mundos continúan siendo invocadas en contra de su voluntad...