Joy llevaba enamorada ciegamente del mismo chico muchos años. Y por más que intente convencerse de que su oportunidad con él llegará, no quiere entender que él no la mira del modo que ella desearía. Durante todo ese tiempo, ese lugar especial en su corazón solo ha estado reservado para alguien que ella creía especial: Kori Beale. Por esa razón, cuando otra persona llega a su vida y le enseña que si deja de mirar tan solo un poco a Kori, podría encontrar otras cosas que jamás imaginó, ella no sabe bien dónde recibirlo, porque ya no hay lugar para nadie más en su corazón. O al menos de eso ha tratado convencerse todos estos años.

El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad. Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad. Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.