El flamante hermano del mejor amigo de Frank, Gerard Way, invita al menor a pasar unas semanas en las Islas Fiji, donde es arquitecto y director en la obra de un nuevo, lujoso hotel de vacaciones. Frank termina aceptando la invitación bajo una apuesta con Mikey Way. ¿Pero será el avellana capaz de soportar las 69 noches que le tiene preparado su apuesto acompañante?

❝¿Y si mi felicidad estaba en alguien más que no fuese yo? ¿Y si tenía que arriesgar mi inteligencia, mi orgullo y mi dignidad ciegamente por un gran sentimiento inexplicable hacia algo o por alguien?❞ Un Fanfiction escrito por Theidy, con título original "Querer Querernos". [En proceso de edición]

[frerard] Frank trabaja en una pastelería. Un día un par de ojos verdes, mejillas rojas, piel pálida y sweater demasiado grande decide ir a comprar allí. [Algún día la voy a editar] #148 en historia corta (07.03.17) #98 en historia corta (16.03.17) #71 en historia corta (10.04.17)

El nuevo colegio privado es todo lo que Frank jamás deseó. Materias demasiado difíciles, profesores demasiado estrictos, un uniforme demasiado aburrido y un montón de idiotas aburridos. Y obviamente el club de drama al que es obligado a asistir para obtener créditos extra no es mucho mejor, ¿o quizás sí?

Gerard Way es un exitoso profesor universitario, su vida está bastante resuelta y a sus 37 años todo parece andar realmente bien. Pero su vida da un giro cuando el destino toca a su puerta... literalmente. ❝ Nuestro Frankie tiene tus ojos... y además está bastante interesado en las artes musicales y en la literatura. Es una versión pequeña de ti, cuando lo conozcas lo amarás... porque comparte nuestra sangre.❞

Gerard llevaba una vida casi normal. Digo casi, porque no era como el resto de los adolescentes, para nada. Odiaba ver las cosas fuera de lugar, era pulcro, y siempre tenía todo en orden. Era un 'niño modelo' como lo llamaban algunos, aunque a él no le importaba mucho. Pero no era un raro, ni de lejos. Tenía una novia preciosa, asistía a una escuela privada del más alto nivel desde siempre, y era popular además de tener las mejores calificaciones de la clase. No había tiempo ni lugar para desperfectos en su vida. Hasta que esa mañana de un lunes, ese nuevo compañero lleno de tatuajes y con el uniforme desarreglado entró al salón. Gerard lo supo apenas lo vio. Frank iba a poner su vida fuera de orden.