Dos adolecentes, dos superhéroes, dos identidades ocultas. Un enorme peso bajo las máscaras de Ladybug y Chat Noir. Una única misión: defender París de las garras de Lepidóptero. ¿Entre todo eso puede haber tiempo para el amor? Un beso, un abrazo, un simple gesto de cariño puede cambiar el mundo, o al menos mi mundo. Me llamo Marinette y esta es mi historia.

Yo era tan solo una chica normal, que vivía en una bonita ciudad normal en un país completamente normal. O al menos, eso pensaba. Sin embargo, cuando empiezas a dudar sobre todo lo que tienes ante tus ojos, dejas de creer aquellas mentiras bonitas que tu madre te contaba para aliviar la ansiedad. Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma situación, déjame darte un consejo: cierra el libro y olvida estos segundos de tu vida. De lo contrario no tardarán en encontrarte. Por otro lado, si crees que todo esto es ciencia ficción, fantástico. Te envidio por ser capaz de difuminar la verdad con tanta facilidad. Pero si al final acabas reconociéndote entre estas líneas, deja de leer al instante, podrías ser uno de los nuestros. Y en cuanto lo sepan, jamás volverás a estar seguro. Si alguna vez escuchas la historia de Amber, una extraña chica pelirroja, y B, un arrogante chico con un ego más extravagante que su nombre, intenta pensar que es solo eso, una historia. Sin embargo, tras la magia y fantasía de todas ellas, se encuentra una terrible verdad, y el precio por conocerla es demasiado alto. No digas que no estás avisado humano. Increíble portada hecha por @OlympicDiosas.

Omegaverse: donde ser suicida te hace especial. Tras su fallido intento de suicidio, la ya de por sí desastrosa vida de Jackie se vuelve aún más difícil; sus padres adoptivos la abandonan y es enviada lejos de ellos a un extraño internado llamado Omegaverse. Hasta donde sabía, allí solo habitaban chicos y chicas como ella, repudiados por sus familias y definitivamente no en muy buenas condiciones mentales. Sin embargo, Jackie no tardará en darse cuenta de que no es así, pues una jerarquía no está formada por un solo escalón. Los alfas y betas la están esperando. Los hijos de la noche también quieren vislumbrar la luz del día.