En lo profundo de cada persona se encuentran sus temores, a los cuales llamamos fobias si se presentan como amores. La amante sin boca es de la peores, ya que le tienes miedo a algo que no puede aplastar ni la más pequeña de las rocas.

Bhükha es hambre. Es el dolor en el estómago cuando el monstruo de la inanición se cuela entre las costillas. Es el abdomen hinchado por los parásitos; la fineza de la epidermis; la tos de los convalecientes. Es eso que se esconde entre las cuencas hundidas de los ojos que olvidaron la textura tersa del pan. Bhükha se mueve entre los últimos renglones de harina; entre las gotitas que prevalecen en la última botella de aceite. Bhükha tiene voz porque el hambre se come a sí mismo y grita hasta volver polvo lo que fue carne. Está hecha de todos los que se llevó por delante; miles de voces que se aferran a unas cuerdas vocales hechas de manteca resbaladiza. Y Bhükha siempre lleva su balanza, porque el tiempo es voraz y pesa tanto. Tanto como un niño muerto con la marca del lobo que busca tripas. Y que es Bhükha. Número de palabras: 8174. Personaje: Jinete del Hambre. Este relato participa en el concurso Bring the Apocalypse! de @LCBuenfil.