Como al paso del viento las ramas se doblegan, hoy me inclino ante ti Sin titubeos... ¿La vida no es un cuento de hadas y no hay finales felices? Las duras palabras de Aquilles repercutieron a futuro en su joven alumno. Connor no siente el sabor de cada día, no hay nada que le maraville, ya no espera lo mejor de nadie. Pero el lobo solitario también necesita de vez en cuando a la manada. Las silenciosas tardes en la hacienda Davenport dejarán de ser tranquilas cuando a sus puertas se presente un joven extranjero que le dará a Connor la calidez que no lo envolvía ni con la llegada del verano. El viejo mentor asesino poco sabía del futuro de su aprendiz. Pues en la vida, las cosas más bellas son las repentinas, las que llegan como al paso del viento... ... Y son las que más perduran en la memoria.

El título lo explica todo, mis Assassinos Todas las parejas! Por más random que sean Se aceptan pedidos 7u7 Mucho drama Muchos feelings Un poco de hora sad Kermozo :'3 No me hago responsable de posible fangirleo (ni de derrames nasales o cerebrales que la lectura de esto pueda ocasionar). Jade Enterprises no se responsabiliza de traumas :v

-Pero... por favor escúchame... -la voz del asesino de ojos dorados como el sol por vez primera se oía suplicante. Malik tuvo que hacer un sobreesfuerzo para no ceder ante él. -¡No olvidaré jamás lo que hiciste! -los ojos de Malik se llenaron de lágrimas al recordar a detalle cada segundo de la muerte de su hermano Kadar. Altaïr sólo se quedó de pie del otro lado del mostrador rústico sobre el que estaba un mapa a medio terminar. Bajó la vista hasta sus botas. No era capaz de mirarle a los ojos después de todo lo que le causó. -No te pido olvido, o perdón... sólo un poco de comprensión o al menos compasión para calmar el dolor que llevo dentro... -respondió tristemente el sarraceno. -Tu no mereces nada de mí, maldito imprudente... -dijo Malik con toda la rabia que se había guardado. Altaïr levantó el rostro al sentir la punzada de las palabras del rafiq. Los ojos del asesino se cristalizaron por las lágrimas. Esas palabras le habían hecho más daño del que debían. -No... no lo merezco. Ahora no. Pero juro por la hermandad y por mi vida misma que no dejaré de luchar hasta merecer un poco de paz, de calor... hasta merecer algo de tí... hasta merecerte a tí... -¿De qué estás hablando? -Hay algo que debo decirte... Entre el pasado que atormenta a uno, y el futuro incierto que le espera. Entre las malas decisiones del otro y su firme voluntad de remediar los errores. Entre la confusión que crece dentro de ambos, la incertidumbre, la indecisión. Entre el odio y el perdón, es necesario un salto de fe...