Apatía.
Hay muchas maneras de amar.
Siento que el tiempo se agota, y que esta es mi única oportunidad de volver a empezar. Pero al parecer mi resolución es opacada por el pasado que se niega a dejarme en paz.
Ese sonido infernal superaba al de cualquier despertador. Cuando veía su nombre encender la pantalla de mi teléfono, quería romper la maldita cosa. Pero estaría bien, todo estara bien mientras no conteste.
Las decisiones siempre se han tomado como las bifurcación de un río, si te vas por un lado no puedes regresar al otro. Pero, ¿que pasa si el río se encuentra con la inquebrantable fuerza de una promesa?
Las noches se habían vuelto repetitivas, uno creería que la repetición atenua el dolor. No es así.
Ojo por ojo, diente por diente, alma por alma. El Karma es una ley eterna. Y yo planeo seguirla.
Se sueña con un amor de cuentos de hadas, reuniones apasionantes, besos que escaldan. Pero, la realidad funciona de otra manera.
A veces, ni las acciones, ni las palabras pueden expresar lo que alguien siente en realidad.