Aún lo recuerdo. Recuerdo aquella tarde de primavera, el cielo tenía una hermosa mezcla de colores; amarillos, anaranjados, violáceos y un poco de azul. Recuerdo aquel aroma a lavanda que emanaba de ti. Recuerdo tu cabello de un tono naranja, el cual se encontraba a la altura de tu pequeña cintura. Recuerdo como me atrapaste con tu leve sonrisa ladina. Recuerdo tu vestido oscuro que tapaba hasta tus rodillas. Recuerdo lo hermosa que te veías. Recuerdo aquel día a la perfección.

«Tienes un auto rápido, yo quiero un boleto a cualquier parte, quizás juntos podamos hacer un trato, quizás juntos podamos llegar a alguna parte» -¡Vamos, Lana! -gritó el morocho mientras abría la puerta del copiloto. «Tienes un auto rápido y yo tengo un plan para irnos de acá» -¿Y qué haremos al llegar ahí? -pregunté y posé mi mirada en el perfil de Adam, observando este con total atención. «Sólo cruzamos el borde y llegamos a la ciudad, tú y yo podemos conseguir trabajo y finalmente sabremos lo que significa vivir» -Limpiaremos vidrios si es necesario, pequeña -dijo y esbozó una pequeña sonrisa ladina, haciendo que yo también sonriera de la misma manera. «Nos vamos esta noche o vivimos y morimos de esta manera» -¿Nos vamos, princesa? -preguntó y elevó ambas cejas, acompañado con una amplia sonrisa la cual hizo que arrugas apareciesen alrededor de sus ojos. «Las luces de la ciudad se posan ante nosotros y tu brazo me hizo sentir bien rodeando mi hombro. Y tuve sentimiento de pertenencia» -Te quiero, Adam -susurré cerca de su oído para luego recargar mi cabeza sobre su pecho. -Te amo, Lana -respondió en un susurro y cerró sus castaños ojos. «Tienes un auto rápido»

Harry Stevens grita peligro en cada poro del cuerpo y no precisamente por las escandalosas cicatrices que lleva en el lado izquierdo de la cara. Es la clase de chico con el que no quieres involucrarte porque sabes, por sobre todas las cosas, que va a destrozarte. Es de la clase de hombre que guarda una cantidad aterradora de secretos lo suficientemente perturbadores como para hacer que quieras huir de él lo antes posible. Es de la clase de hombre que, pese a todo el odio y rencor acumulado que carga sobre los hombros, es capaz de hacerte tocar el cielo con un beso... Sé que no es de fiar. Sé que debo poner cuanta distancia sea posible entre él y yo porque su mundo acabará con el mío si no le pongo un punto final a lo que siento..., pero no puedo hacerlo. No puedo huir de él. No, cuando la oscuridad que vive dentro de él se disipa cuando está a mi alrededor. No, cuando lo amo del modo en el que lo hago... El ángel vino en forma de bestia y vino a salvarme. Quizás... -solo quizás- vino a acabar conmigo. » Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita por parte del autor, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total y/o parcial, adaptación, distribución, en cualquier medio impreso y/o digital de esta obra por cualquier medio o procedimiento. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©. Sam León, 2015.

Tanto Dove como Manuel son chicos normales, recién graduados de la universidad, y sus vidas darán un giro inmenso. Una nueva vida los espera, en un instituto para gente con dones especiales, el llamado Instituto Transilvania, inmensamente conocido entre la población sobrenatural como un refugio, un lugar perfecto para enviar a sus hijos a que decidan qué hacer con sus vidas. ¿Será que el futuro los enlazará para la eternidad? En colaboración con: @JustAHipsterGirl Portada hecha por: @Sel_Ona La idea de los Savants fue sacada del libro "Finding love" de la famosa escritora Joss Stirling