Querido abuelo.
Izan escribe cartas para su abuelo tres veces por semana desde los nueve años. Él las lee con gusto y las responde apenas llega. Toda una larga rutina hecha por diez años, que un día se ve interrumpida. De un momento al otro ya no hay más respuestas con previo aviso, ni cartas que quedaron en el correo postal por equi...