Tyler es inocente. O eso es lo que él afirma, una y otra vez. No importa cuantas veces le describan con exactitud cómo mató a aquella chica, él no lo recuerda. Sigue insistiendo en que el culpable es el otro, el que toma control de su cuerpo cuando él menos se lo espera. Josh está encerrado desde hace mucho tiempo. Situaciones de la vida, junto a algunas decisiones estúpidas, lo llevaron a terminar pudriéndose en la cárcel. Los demás internos no se meten con él. Ninguno tiene las agallas para hacerlo. -------- Esta no es una historia de amor. Es la historia de dos personas que se necesitan mutuamente para sobrevivir.