YA EN FÍSICO. La irresistible tentación está ahí: para los dos. En medio de todo el desastre, tuvimos que encontrarnos. Lo intentaría, pero no podría odiarte, porque un día, sin avisar, me salvaste. Y esas son de las cosas que nunca se olvidan. Y es que me prometí a mí misma que no volvería a caer en el infierno, pero...
Eliot asistiría a otra escuela, para su mala fortuna. Una en donde sabía que todos eran adinerados, excepto él, un simple muchacho normal. ¿Qué tendría que afrontar ahí, aparte de los alumnos altaneros? Quizá la bonita e insoportable rubia que llamó su atención desde el primer día lo sabría. El universo guarda muchos...
Son las lágrimas que se vierten indiferentemente, a motivo de alegría o tristeza. Son fragmentos del corazón que se desvanecen, por historias que los arrancan, o los anexan. Son respiraciones profusas, son metáforas amenas, son suspiros del alma, del alma de un poeta.