Minerva es una joven llegada hace poco tiempo a la ciudad de Nueva York, con la ilusión de trabajar para uno de los chefs más importantes del mundo. Sin embargo las cosas no terminan saliendo como esperaba, por lo que -si bien trabaja para Pierce Greco- no lo hace en la cocina sino como camarera del prestigioso restaurante. De todas maneras, una serie de eventos desafortunados, la llevan a terminar siendo aprendiz de su ídolo. Pierce es alguien por naturaleza solitario, autoritario y por más que ella lo considere un idiota narcisista, aquello no evita que produzca cosas en ella que creía dormidas. En un juego de tira y afloje, Minerva deberá aprender a manejar aquellas nuevas sensaciones que produce el cocinero en ella y decidir si caer o no en la tentación. Queda prohibida toda copia y/o adaptacion, obra registrada bajo el número 2201120227706

Cuando cumples dieciocho años, la inicial de tu alma gemela aparece grabada en tu pecho.

El cielo y el infierno siempre tuvieron diferencias, aún así, la creación de unas normas lograron mantener durante siglos la paz entre ambos reinos. Sin embargo, si una antigua profecía se cumple, las consecuencias sobre la tierra serán catastróficas. Por encima del diluvio bíblico o de las plagas del antiguo Egipto, no habrá ser, humano o sobrenatural, que la salve.

Raoul es como un cuadro de Van Gogh, repleto de destellos dorados. Agoney quiere tocarle y mancharse los labios de óleo, pero no sabe cómo ignorar los carteles de "no se toca"

Era diciembre de 1975 cuando Raoul se dio cuenta de que nada había cambiado. Seguía haciendo frío en Barcelona y la humedad le calaba hasta los huesos. España seguía siendo gris, un sinsentido de calles que no iban a ninguna parte. Quizás el aire fuese más denso o puede que escuchase más murmullos en la calle, como si el mundo, expectante, aún quisiese callar. Y entonces llegó la música y el chico que cantaba sin miedo y hablaba lleno de esas eses retorcidas que le calaban hasta los huesos. Y Raoul se enamoró, aunque no podía, aunque no debía, aunque no quería. Se enamoró de todo aquello que quería conocer, de todo lo que aún estaba por llegar. Se enamoró de él sin remedio, sin medias tintas. Y se sintió libre por primera vez, aunque el mundo aún se empeñase en enjaularles.

Agoney es profesor de música y Raoul un tío muy raro. ¿Que pasara?

Pequeñas escenas de una misma historia. Agoney dice ser hetero, Raoul no deja de tirarle fichas.

En pleno siglo XXI, las almas gemelas se creen muertas. Sin embargo, sólo unos pocos privilegiados tienen el honor de poseer una. Una palabra puede bastar para saber que eres uno de esos privilegiados, aunque haya gente que insista en que sólo son tonterías de niños. La primera palabra que Agoney pronunció fue Raoul. La primera palabra que Raoul pronunció fue Agoney.

Agoney tiene la oportunidad de trabajar en la casa de los Vázquez. Parece el trabajo perfecto, el único inconveniente que encuentra es el hijo menor de la familia, con quién, a su parecer; le supondrá un reto llevarse bien.