La rosa que nunca tuvo su final feliz
Las plantas son como las personas, experimentan; ríen y lloran, mueren y traicionan. Ella nació de un rechazo, aborrecida desde el primer instante en que intento progresar; pero nunca se rindió y una amistad consiguió que desde sus primeros días la protegió ese verdoso ser por su curiosidad ganó una nostálgica amistad...